Se acerca uno de esos momentos raros.

Mucho observar, nada de pensar.

Como información para los interesados en lo que como, El sábado quedé de ir muy temprano a configurar la laptop de un pariente de mi esposa, una Toshiba que tenía problmas con el Wifi. Saliendo de allí fuimos a ver Mad Max cuatro, y después como no habíamos comido, y llevabamos otra lista de pendientes, nos detuvimos en un restaurante que conozco en el centro, y comimos jugo de carne, alambre de pastor con queso, unos tallarines a la mantequilla y de postre platanos con crema, y solo 380 mas propina. Lo interesante es que a mi esposa y a mi eso nos parece normal. Tenemos hambre, y comemos. (corrección, al leer esto me dice mi eposa que cree que desayunamos unos sandwich sencillos de sabori de parma porque no daba tiempo para más)

Pagué y me quedé pensando que personas que no pueden hacer nada, puede ser porque no comen lo suficiente. La costumbre de hacer una comida fuerte al inicio del día tiene una razón de ser. En lugar de batallar habiendo comoido solo un omelette, wafffles o desayunos estandard, fue una comida mas que suficiente para todo el día. Vimos a un cliente , recogí unos cheques y regresé a la casa a programar.

Desde ese día no he parado, el fin de semana comí además pizza a domicilio , avena y cereal. De proteína algo de kibbe.

Hoy por fin tuve tiempo de ir a ver clientes. En un lugar de comida muy decente que conozco, tenían menú de pasta, milanesa de carne molida, y me comentaron al saludar, antes de entrar, que era carne molida de bola de dos pasadas, solo para nosotros.

Me pasé.

La gente se sorprende cuando te comes dos menús ejecutivos tu solito. 350 gramos de carne, dos platos de pasta a la pimienta, agua de horchata y flan de postre.

Y es lo de siempre. Aunque la comida es barata (210 mas propina), tengo la impresión que la fuerza depende entre otras cosas de la voluntad de acción, y si no comes, no tienes capacidad de hacer nada real.

Eso explica porque el comer decente hace que muchos se enojen. Mi cuerpo me lo agradece, hago buenas amistades de repente, y en realidad no sale caro.