A veces un monitor de 23 pulgadas no basta.
Llevo una semana trabajando nuevamente como debe ser; al mismo tiempo haciendo malabarismo corporativo, capacitando, programando, revisando documentos de Moprosoft y Joel Spolsky
La semana pasada sucedieron varias cosas interesantes, no he podido escribir como quisiera a pesar de lo del dia 4, por la serie de situaciones interesantes que se dieron.
Por el momento estoy tratando de llevar las cosas con calma. Desde que era joven me di cuenta que si haces lo que debes hacer, el tiempo es un aliado y no un enemigo, incluso cerca de la muerte .
El fin de semana hablé con uno de mis socios sobre su viaje a Estados Unidos y la posible razón social que abriremos allá. Lo malo es que el no puede llevarse a su perrita Shnauzer, asi que , desde este sábado hay una integrante perruna mas de la familia, para sumarse a la Maltés y la cocker. Como de todos modos esta perrita es muy cariñosa y de pedigree (aunque no tan bueno como Mantra), quizá valga la pena cruzarla en un futuro.
El sabado después de dejarla en la peluquería mi esposa y yo fuimos a Miguel Angel de Quevedo a buscar un libro en Gandhi o las librerías del Sotano. Lo unico decente que encontré fue el libro free forever de Joe Haldeman, que es la continuación de la guerra interminable, y aunque caro, lo compré porque encontrarlo está en chino. De todos modos me sorprende el precio del Neuromancer de Gibson, y compré también una edición en papel de un libro que presté hace cuatro años a una persona del instituto de energía nuclear, y que tenía pendiente de reponer.
El fin de semana deberé ir a buscar un libro en las libreríias de viejo, ya que necesito un libro del lenguaje de computación llamado Clipper que tenia un capítulo buenísimo sobre «el bibliotecario» como mecanismo de control de multiusuarios y que me va a ser util para el proyecto actual del cliente principal.