hay varios problemas que he visto en el entorno de Mexico, debido a los viajes que he realizado contantemente desde Noviembre. Muchos lugares estan en manos del crimen organizado. El hecho de estar normalmente en la ciudad de mexico, hace que uno no se de cuenta del estado del país. Ya me habia enfrentado durante años a intentos de extorsiones a mis empresas o clientes, intentos reales o simulados por el llamado derecho de piso, pero ayer me tocó ver / enterarme de primera mano de algo que sucedió en una carrtera federal como as las 18:00 horas. Muy difernte a todas esas amenazas bloqueadas y detenidas. Un caso de violenci sin sentido sin pedir nada, solo por una supuesta superioridad dada por la posesión de armas de alto poder por los agresores y la falta de un estado de derecho en carreteras de cuota.

Un entorno de ese tipo es pero que la situación de las carreteras de Tamaulipas, que no son seguras desde hace unos quince años.

Lo primero que me viene a la mente, despues de haber dormido unas ocho horas, es la película El castillo de la Pureza, de Ripstein. Y por otra parte, que una cosa es el riesgo relativo de ir a comprar cosas a Tepito (que nunca he hecho pero que a varios de mis empleados en supermercados hace años les pasaba) y otra cosa es ir a un lugar que en realidad no tiene nada que ofrecer. El entorno de las gasolineras dejará dinero por todo este año y principios del que entra. Probablemente maneje todo desde una conexión en mi casa o en una sucursal cercana, pero exponerte a una bola de idiotas con rifles de asalto es algo que no tiene caso, y menos exponer a mi gente. No es por derecho de piso, sino que en este caso es que por cosas como esas el ambiente en las carreteras que se siente contaminado, y que es normal para algunos.

Lo mas parecido que me viene a la mente son tres ocasiones en mi vida. Una que fui a cobrarle a un doctor por el centro comercial Perisur, que estaba dando consulta de especializades, y tuve que entrar a un hospital surrealista y nocivo para el alma, donde estaban personas de todo tipo, con tumores de muchos kilos en la cabeza y deformidades varias. No tiene caso estar cerca de eso. La segunda fue una ocasión que se me ocurrió ir por el lado de la central de abastos a comprar un cable, y me tocó subirme en un microbús en el que iban como pasajeros ocho o nueve adolescentes con retraso mental literal, distinto al sindrome de down. Cuando me bajé las cinco cuadras (ya habia llegado, pero estaba pensando en bajarme desde antes), me bajé cerca de una escuela de niños con retraso mental, que era de donde se habían subido. Ver el dolor y problemas de familiares tratando de fingir que las cosas eran normales, no tenia caso porque la realidad es otra. No tiene caso ver la expresión viviente de los retrasados mentales de manera figurada a los que siempre he dejado de lado porque no tinen nada que ofrecer y que tratan de quirarle a uno el tiempo, y que sobre todo que no son parte de mi entorno.

El tercer incidente fue hace años, cuando llegué con dos judiciales a una casa en la colonia ampliación granada a detener a un empleado de un cliente. Habian varios niños y una casa llena de posters del grupo pseudo musical menudo, y eso que era como 1996. Una muchacha mas o menos agradable nos hizo pasar a la cocina. Uno de los judiciales respiró, sacó su pistola y cortó cartucho por las circunstancias. ENtra un joven hombre de doce años, nos saluda me ofrece la mano y tiene solo dos dedos, los otros no existen; malformción genética. Tenemos que subir porque no quiere salir el tipo, hay unas arañas de 20 centimetos caminando liberemente sobre cajones de ropa limpia. Al tipo lo agarran con un walkman, no se entera de lo que pasa, toda la pared llena de posters de grupos de los 80, uno de los judiciales con pistola en mano, el otro esposa al muchacho y de plano piden refuerzos porque no se sabe si de repente nos va a salir una persona con un hacha o una serpiente venenosa.

Saliendo de ese lugar, en una zona elegante incluso veinte años despues, me siento extraño. Voy rodeado por cuatro elementos de policiá curtidos, incluyendo una amiga policía que es una excelente tiradora, y me siento obligado a invitar a comer a mi amiga y a los dos judiciales. Uno de ellos me dice, voy a quemar toda esta ropa y nunca voy a venir de nuevo a esta parte de la ciudad.

Y entiendo el sentimiento.

El problema con la logística de las gsasolineras es que es algo temporal en un entorno que se supone que es sensato, y lo que esta mal es el sistema administrativo mexicano que ya hizo que se perdiera el estdo de derecho en una buena parte del país. La ciudad de mexico es un castillo de la pureza, en cierto modo. Pero no tiene caso estar en caminos que no llevan a ninguna parte o que estamn contaminados, No es mi deber. No tengo porque mandar a empleados a ciertos lugares, pero la operación de la gasolineras nuevas son muy diferentes a lo que he visto los últimos 20 años.