El año antepasado le dije a Mateo (uno de los analistas del equipo del cliente de los monolitos) que para mí el dinero es secundario. Sin embargo, este año fue muy raro financieramente; casi tan malo como el de la pandemia.
Además, me topé con varios clientes con… necesidad de un «ubicatex». No puedo quejarme, pero me deben pagos, y no solo los de los monolitos. Pese a esto, voy a cenar pavo y lasaña. Probablemente la próxima semana sí compre algo, ya que en casa es costumbre comprar un día y preparar otro. En materiales, al momento, han sido unos $3,400 MXN (170 USD), y ya hay un pay en el refrigerador.
Pero…
Aunque trato de moverme con eficiencia, eso implica no ser atropellado. Digamos que no estoy cruzando la calle, pero hay muchas personas hablando por celular y manejando sin frenos al mismo tiempo. Se me pasó cobrarle a un cliente en agosto; son solo unos $7,000 MXN, pero es raro que se me olviden ese tipo de cosas. Ya es casi seguro que me paguen hasta el próximo año.
Por otra parte, los clientes de gobierno no se ven muy centrados: me pospusieron la conferencia sobre React y Amazon. (Nota mental: no trates de hacer eso en Oaxaca o Zacatecas por la dependencia de buen internet para NPM). Por último, el cliente de las gasolineras me pidió algo raro justo el día que tengo que hacer unos cambios en EVE Online. Por cierto, ya saqué los 197 Cormorants y los 40 Thorax; los primeros ya los vendí y los Thorax saldrán de a poco.
El próximo año me titulo de la carrera. Hay cosas que no me gustan en el entorno de las reglas económicas, pero afortunadamente, aunque este año mis ingresos hayan sido el 50% de lo normal, no veo mayor problema y estoy en paz.
Sigo teniendo que sacar más a pasear a los perros. Un año más de ingresos normales y la situación a futuro quedará casi consolidada.
Me enteré de detalles sobre la fiesta de fin de año de los «monolitos». Los clientes secundarios me siguen buscando seis meses después. Además, sigo en contacto con la dama Margarita, que era la única valiosa y la que trabajaba el 80% del tiempo, al igual que yo. Los detalles del impago son secundarios, porque no falté a mis principios, y eso es lo que verdaderamente cuenta al final.
De momento tengo pendientes pequeños que hacer y cada vez me gusta menos React. Me siento cansado y, al mismo tiempo, con esa relajación propia de las vacaciones. Una cosa buena del cliente de los monolitos eran las ocho semanas de vacaciones al año; pero para mí, como mi trabajo me gusta, por lo general nunca me cuesta trabajo ir a trabajar. Casi siempre me siento relajado, a veces sorprendido, rara vez molesto, pero enojado no. Asombro porque la gente no ve los efectos secundarios, eso sí.
De momento tengo que dejar de escribir: un requerimiento extra del cliente de las gasolineras a plenas 19:22 de Navidad.