Son las nueve de la mañana de un lunes cualquiera, y como siempre a esta hora, ya tengo corriendo los respaldos de servidores, por lo monolitos no estoy respaldando dos y esos en especial no son de los que se respaldan fácilmente. que les sea leve. En segundo plano, además del respaldo necesario para generar un reporte de otro cliente, tengo un piloto de Eve Online evacuando naves en automático. Hace un mes se me ocurrió comprar setenta y cinco Caracals en un lugar peligroso como accesorio de lo que realmente quería comprar, y desde entonces he estado sacando las naves poco a poco. Me faltan dieciocho por evacuar y otras quince que estoy llevando a vender, pero lo hago en segundo plano. De momento no tengo nada formal que exija un compromiso o mi atención completa. Si estuviera en teletrabajo, estaría en atención completa, pero esa es precisamente la diferencia.
Mientras tanto, me encuentro pensando en algo que he observado últimamente. Hay mucha información que las personas ponen en sus estados de WhatsApp, y se puede ver cuando están desesperados o perdidos en el espacio. A veces se ve dolor, pero por lo general, algo que no está bien. El mal, en muchos aspectos, es lo que no debe estar en un lugar. Los dos ejemplos clásicos son claros: un tornillo que cae de un piso treinta mata a alguien, y un moco en el dedo no es necesariamente el mal, pero no se ve bonito. Así que me encuentro a veces viendo estados de WhatsApp, y como la semana pasada con el de una analista que decía «I love monolito» , pues, si no le pagan y estaba por irse a teletrabajo, eso es masoquismo puro (y podemos decirle mas feo).
Por eso, cuando alguien publica videos de paisajes o de literalmente los tres idiomas de Duolingo que está haciendo, en horas de trabajo, sé que no va a estar trabajando en realidad. Otros son intentos de curitas en el corazón, o incluso publicidad disfrazada. Pensando en mis treinta y cinco usuarios principales de los monolitos, varios de ellos, como yo, no publican estados. Otros contactos relacionados con los mismos, de vez en cuando sí. Entre los habituales hay tres amas de casa responsables de sucursal que publican fotos de sus hijos, pero casi siempre fuera de horario de trabajo. Lo más común son fotos de cumpleaños. Que yo sepa, nunca he publicado un estado de WhatsApp.
Ahora bien, a veces te sorprendes. De los de monolitos que siguen en mis contactos, alguien puso cinco fotos de una carrera. La acción digital es diferente a la real, pero se complementan. Por ejemplo, ocasionalmente escribo esto con un cliente, pero siempre que no sean horarios de entrada y salida. Si no tienes checador ni compromiso moral de estar ciertas horas está bien, y por lo general lo publico después, guardándolo en el iPad o en el mismo celular. Incluso creo que he escrito en el metro.
Económicamente no estoy mal. Sí, me deben cinco meses de sueldo que probablemente me paguen la próxima semana por cinco o seis vías diferentes. Considerando el otro ingreso que tengo seguro, puedo seguir así hasta que me muera, y sin limitar gastos más o menos año y medio. Los cinco meses son parte del problema, no el problema en sí. Mi hija ya está trabajando, ese dinero no me interesa en lo más mínimo aunque se va a hacer cargo de los gastos de su gatita, pero hay una idea más importante aquí.
Las cosas a veces no deben ni pueden ser perfectas, pero hacer demasiados errores o permisivismo o autocomplacencias te mata. Por ejemplo, una de las cosas más complicadas cuando haces documentación, sean reportes ejecutivos, documentos legales para gobierno, o manuales de computadora, es mantener el tono adecuado, y sí, cada quien tiene su forma de escribir. En la película de Pixar «Valiente», hay una arquera que se llama Mérida, de pelo rojo (buen nombre para una cazadora en Warcraft con mascota oso), pero uno de los mejores momentos de la película es cuando le dice al papá, refiriéndose a uno de los pretendientes, «ternurita».
Las inteligencias artificiales LLM tienen varios problemas que no escribiré aquí, y al igual que ciertas personas son demasiado serviciales y a veces hacen correcciones antes que lo pidas. Por ejemplo, cuando evalúo código o manuales para ver si son comprensibles, la IA quiere reestructurar a un modo que sea más legible para ella, la LLM, pero los documentos legales y los manuales se hacen con un público y tono en mente, no deben ser demasiado perfectos. Por ejemplo, le dije a mi hija ayer que entraba temprano, que llevara dinero para el taxi, ella dijo que no, que se qué, que se podía levantar más tarde, y tuvo que tomar taxi, y yo tenía razón porque conozco los cinco imprevistos de trabajar en la mañana de domingo. Es un mensaje dirigido al público objetivo.
Entonces me encuentro aquí, pensando, esperando el transcurso del tiempo porque hacer un proceso prematuro es como sacar un pollo del horno antes que esté cocido, o quitar un USB mientras se copian archivos. Y las cosas no deben ser demasiado perfectas. No me refiero a que esté mal ni bien hacer las cosas imperfectas. Lo que quiero decir es que así como hay una tasa máxima de niños que se permite que se les caigan a las enfermeras de pediatría (cero), hay procesos que tratar de mejorar te meten en problemas. Una vez salió el pastel del horno, es bueno o no lo es pero la perfección es relativa. No sigues corriendo después que llegaste a la meta, y no sigues nadando después de llegar a la pared. Así que el problema es que la mayoría de las personas no tienen metas, no tienen principios ni valores y se conforman con irla pasando.
Mi padre era un hombre atractivo físicamente, y su novia más representativa también. Literalmente vi como se les abrían puertas a los dos por eso, y los problemas que llevaban. Incluso en mi juventud nunca tuve eso, pero sí inteligencia, y fuerza. Algo de salvajismo contenido. Mi padre era inteligente, y le llegó a decir a la madre de mis hijos que yo era más inteligente que él. No importa a final de cuentas. La proporción es parecida, y los valores parecidos también. Observador desde joven, no quise cometer los mismos errores de mi padre. El confiaba mucho en su fuerza física , incluso a los 65. Pero preferí apostar por la mente y de todos modos tener el cuerpo sano.
Muchas personas basan su vida en fuerza física o belleza, en inglés le llaman «pretty privilege», y yo he tratado de no basar mi vida en eso, sino en honor, confiabilidad y el uso adecuado del cerebro. Algo que leí hace poco que me hizo pensar, era de los niveles de oxígeno en el aire. Sí, son diferentes los cielos y los aires de México DF contra la playa u otro lugar. Pero, al mismo tiempo, necesitamos otras cosas del aire. No solo oxígeno. Respirar solamente oxígeno te mata. El ozono que recuerde tiene tres átomos de oxígeno, y hay cierta imperfección que incluso necesita la naturaleza.
El problema es que si estás en horas de trabajo, puedes tener sí contactos personales eventuales por plática de watercooler, donde sabes qué está pasando y a quién estás viendo, pero ciertos estados, no. Hay una antigua analista de hace dos años que cometía muchos errores y pone diariamente unos veinte fotos de tupperware que está vendiendo. O un líder espiritual prehispánico de milpa alta, no el psicólogo, que sí es más o menos serio, pero este lleva semanas publicando imágenes de chistes, imágenes de inteligencia artificial de dioses prehispánicos, y lo que tiene es problema económicos y desperdicio de tiempo; los estados son su salida de un modo de vida misrable y no de dinero, sino quedarse viendo el techo sin saber porqué.
Y entonces, mis actos no son todos calculados, pero abrirse o descuidarse hacen mucho daño a la gente. Las personas más «sanas» que conozco ahorita no ligadas al camino de Mitra, personas que no han hecho pacto con la ley están por sus cuarenta y con dolor, esperando que la vida mejore, pero no luchando activamente por eso.
Despego con una segunda nave en Eve online.
Y mientras una dama que no es analista me reporta del desastre que tienen en los monolitos, solo sonrío. Me reportaron lo mismo otras personas hoy. Hay cosas que un licenciado en sistemas normal no puede hacer. Y ahora tienen como diez cosas por hacer, complicadas, y una de ellas es el trato con las personas, ser amable. Como penúltima entrada, justamente me está buscando la dama Margarita por problemas de Office en su casa. Ni eso pueden planear los monolitos con teletrabajo. Y como siempre soy aquel al que ignoran en tiempos de paz, y buscan en la tormenta.