La IA no es Magia: El Peligro Real de las Entradas y Salidas No Estándar
Contexto: Estos patrones los vengo observando desde muy joven, y llevo 21 años documentándolos en este blog (desde 2004): por ejemplo los presencié con la ‘blog revolution’ de 2013, ahora los veo repetirse de manera muy similar con la IA en 2025. En resumen, muchas personas creen que de manera mágica todo va a cambiar. una especie de sacarse la lotería sin tener que pagar el boleto.
Vivimos un momento que me recuerda mucho a la «blog revolution» de 2013. En aquel entonces, muchos creían que los blogs iban a democratizar la riqueza e Internet y cambiar sus vidas para siempre. Hoy, la narrativa es similar pero con inteligencia artificial: «cualquiera puede ser programador», «la IA va a resolver todos nuestros problemas», «ya no necesitamos expertos caros».
La realidad, como siempre, es más compleja.
En el 2004 ya había dicho que nos venden o enseñan cosas que no necesitamos y que no llevan a ninguna parte. Asi que por lo menos desde entonces, 21 años, He estado documentando el mismo patrón. El problema no es la tecnología sino los patrones humanos: presunción, orgullo, codicia, falta de criterio para distinguir señal de ruido. Esos mismos patrones están intactos en 2025, solo que ahora con modelos de inteligencia artificial en lugar de blogs.
Tenemos entonces un montón de problemas de codicia («no necesito empleados caros») + orgullo («qué tan difícil puede ser, ahora soy experto») = receta para el desastre. Están confundiendo «generar código que compile» con «resolver problemas reales de negocio».
De que sirve tener una gran computadora si te dice la red que «google.com» no existe ? es un problema de colisión de DNS y puertas de enlace. Comentaba antes una pauta que se repite. En la prehistoria con el fuego hubo muchos quemados. En el siglo XIX y actualmente muchos electrocutados. Y siguen habiendo. Nos enfrentamos entonces a un riesgo extremo en que muchas persona que no ven los riesgos van a acabar con daños físicos morales y mentales irreparables, además de destruir las vidas en el mundo real de ellos mismos, familias, empleados y público en general. Pobres de los que estén cerca.
El Mundo Real No Tiene Entradas Estándar
Hace poco me tocó evaluar un caso donde dejaron a cargo de un sistema crítico a alguien que consideraba «fácil» levantar un servidor con cPanel para PHP 5.6 y Laravel 5.2 en 2025. No solo estamos hablando de versiones sin soporte de seguridad desde hace años, sino de una arquitectura con bases de datos que manejan enum y triggers de forma manual, todo con puertos críticos (2082-2087) cerrados.
Este es el problema real: en el mundo real o en el empresarial no existen las entradas estándar. Cada negocio tiene sus particularidades, su historia técnica, sus limitaciones específicas. Los tutoriales de YouTube y las respuestas de ChatGPT asumen escenarios ideales que rara vez coinciden con la realidad. Lo mismo con las salidas. Un ejemplo que me pasó con un reporte trimestral era esperar hacer un proceso complejo sobre una plantilla que cambiaba cada tres meses de forma brutal. La sensación era de estar en un paracaídas y que cualquier ráfaga de viento provoca el desastre. Lo sentimientos de una mujer, la economía mundial, los formatos que cambian, afectan además las salidas estandar.
La Empresa A No Es La Empresa B
Las necesidades de una startup en Silicon Valley no son las mismas que las de una empresa manufacturera en Guadalajara. Los recursos, la infraestructura existente, las regulaciones locales, el nivel técnico del equipo, los presupuestos disponibles – todo es diferente.
Pero la IA genera respuestas genéricas. Cuando le preguntas sobre arquitecturas de sistemas, te da la respuesta «best practice» sin considerar:
- Licenciamiento real: ¿Sabes cuánto cuesta realmente mantener cPanel en producción?
- Infraestructura existente: ¿Tienes la capacidad técnica para migrar sistemas críticos?
- Regulaciones locales: ¿Cumples con las normativas específicas de tu país?
- Recursos humanos: ¿Tienes el equipo para mantener lo que estás implementando?
- Planes de contingencia: Vas manejando y aparece un perro. No puedes desatar el plan de contingencia si no detectas la crisis.
La Señora del Ferrari
Hace unos meses, en una fila de trámite gubernamental, escuché a una señora decir que «comer carne es para el cuerpo como ponerle caca a un Ferrari». La analogía me quedó grabada porque ilustra perfectamente lo que estamos viendo con la IA.
Recientemente trabajé en un proyecto donde necesitaba migrar un algoritmo de cifrado Rijndael entre Java, C# y PHP. Un detalle aparentemente menor – el manejo de caracteres nulos chr(0) – resultó ser crítico. Cuatro LLMs diferentes me dieron soluciones que funcionaban en apariencia pero que no servían en la realidad. Había una mejor forma de hacerlo desde el principio, pro para que funcionara el inicio y el c# me vi obligado a hacer una cadena de seis pasos pasando por tres servidores diferentes por WAF y puertos cerrados.
El problema es el mismo que con la señora del Ferrari: de entrada, no tenemos un Ferrari. La mayoría de las empresas no son Google o Microsoft. La tarjeta de crédito no es dinero que tienes. La mayoría de los desarrolladores no son expertos en cada tecnología. La mayoría de los proyectos tienen limitaciones reales de tiempo, presupuesto y recursos.
Este es el peligro exponencial: si no entiendes qué estás introduciendo al sistema (garbage in), y no tienes el criterio para evaluar si la salida es correcta (garbage out), el error se amplifica hasta niveles catastróficos. Es como pretender que tienes un Ferrari cuando en realidad tienes un Tsuru del 95 – y ambos necesitan mantenimiento diferente.
La Objetividad Brutal: Seamos Realistas, No Optimistas Ni Pesimistas
Antes de implementar cualquier solución con IA, necesitamos ser brutalmente honestos. Ser demasiado optimista («la IA va a resolver todo») es tan peligroso como ser demasiado pesimista («la IA no sirve para nada»). Ambas posturas nos alejan de la realidad.
¿Qué NO somos en una empresa/persona estándar?
- No somos una persona/empresa con recursos ilimitados
- No tenemos un equipo de expertos en cada tecnología
- No operamos en un entorno controlado de laboratorio
- No tenemos casos de uso estándar ni objetivos estándar
- No tenemos un Ferrari empresarial o personal – somos gente promedio con recursos promedio
¿Qué SÍ somos?
- Una persona/organización con limitaciones específicas
- Una persona/equipo con habilidades particulares (y fallas conocidas)
- Una persona/negocio con restricciones reales de tiempo y presupuesto
- Una persona/empresa que opera en un contexto regulatorio específico
- La Gente trabajadora y que es responsable, que necesita herramientas que funcionen en SU realidad, no en la realidad ideal
La mayoría de nosotros no estamos construyendo el próximo unicornio tecnológico. Estamos tratando de hacer funcionar sistemas que mantengan el negocio andando, cumplan con regulaciones, y no se caigan a las 3 AM.
El Peligro Real
He visto patrones corriendo empleados experimentados porque «la IA puede hacer su trabajo» , que es la versión moderna de «que lo hagan dos becarios» No se dan cuenta de que esos empleados no solo escribían código – sabían por qué ciertas cosas NO se debían hacer.
La experiencia no es solo conocer las mejores prácticas, sino entender cuándo y por qué NO aplicarlas. Saber que a Gemini, de Google tiene problemas de multiplicación simple puede fallar en Gemini, que las implementaciones criptográficas tienen edge cases críticos, que los sistemas legacy tienen dependencias ocultas que pueden quebrar todo el negocio. Se necesita una experiencia en el terreno que las IA no tienen.
La IA Como Herramienta, No Como Reemplazo
La inteligencia artificial es una herramienta poderosa cuando se usa correctamente. En mi experiencia, funciona excelente para:
- Analizar grandes volúmenes de datos o tareas simples (como heatmaps de bitácoras)
- Verificar documentos contra fuentes conocidas
- Acelerar tareas repetitivas cuando sabes evaluar el resultado
Pero falla miserablemente cuando se usa como reemplazo del criterio humano experto.
Conclusión
No repitamos los errores de la «blog revolution». Los blogs no democratizaron la comunicación como se esperaba, evolucionaron hacia algo diferente (YouTube, TikTok, podcasts e influencers), y muchas personas que apostaron todo a esa «revolución» siguen en la misma situación. Y los casos de éxito de influencers dependen de un contexto de espacio tiempo. No podrían sobrevivir en la gran depresión de 1929 y no son relevantes cuando la preocupación no es digital sino el mundo real. Internet necesita al mundo real.
La IA va a cambiar muchas cosas, pero no de la forma mágica que algunos esperan. Las personas que triunfen serán las que usen la IA con sentido común, no las que la usen como excusa para eliminar el conocimiento humano.
Porque al final del día, cuando el sistema crítico falle a las 3 AM un domingo, no vas a poder llamar a ChatGPT para que venga a arreglarlo.