- Contexto: A los 50 años decidí retomar la licenciatura de los años 90, que no me dieron el título por cuestiones de revalidaciones de ciudades diferentes. Aunque desde 1991 he trabajado en sistemas y DevOps con clientes de alto nivel, nunca me titulé por cuestiones administrativas a pesar de haber concluido servicio social y con un promedio de 9.7. En 2025 estoy por terminar la carrera de contaduría, más como negocio alterno y ejercicio de validación que por necesidad laboral, con la intención de tener un plan C y ofrecer a mis clientes actuales otros servicios, apoyado en más de tres décadas de experiencia en sistemas y lo que sé de contabilidad desde los 90.
Entre que se deciden cosas de clientes, me encuentro en uno de esos momentos de la vida donde debes dejar pasar cosas pequeñas como paso previo para una mejor negociación y afortunadamente ya casi acabé. Me faltan uno o dos detalles pequeños extras pero me debo dar un descanso.
En los últimos meses he seguido con lo de licenciatura y una maestra nos pidió entregar unos cálculos de impuestos a mano. Pobre. No se si le entienda, pero mañana me tengo que lanzar a comprar hojas tabulares. AL empezar la carrera por segunda vez en esta escuela, realmente no se han refrescado mis conocimientos, solo vi algo nuevo con un libro de derecho laboral con historia de la época de Flores Magón. Pero hubo una materia a principios de la carrera, creo que en el segundo bloque… de cálculo vectorial y multiplicación de matrices. El examen fue una bestialidad y a mano por zoom. Creo que lo peor para la maestra fue traducir lo que escribí. Y como resolví parte del otro examen por logaritmos (porque no había manera de hacerlo con lo que habíamos visto) me hizo acordarme del manejo de operaciones de matrices.
Por un lado, es cierto como dijo un maestro de la carrera hace años que puede servir para sistemas pero eso es como estructura de datos, no por cálculos. Literalmente es calcular peras por manzanas. Si bien los despejes de fórmulas y simplificaciones son parte de mi vida desde antes de la lógica simbólica, la idea de el algebra es que hay dos soluciones posibles en las ecuaciones de segundo grado. En realidad es una y rara vez son más. O pagas la luz o te lo cortan. O vas al baño o mojas tu ropa. En realidad el cálculo vectorial y las matrices NO son simplificación y son terribles para proyectos concretos, que te puede dar mayor velocidad usar regla de tres y las matrices y sus operaciones son NECESARIAS para reconstruir la civilización o en casos de colapso de comunicación o efecto carrington (llamarada solar gigantesca del siglo XIX) pero lo que veo son dolores de cabeza muchas veces porque tratan de meter una variable nueva que solo ensucia el agua. Algo así como deber de una tarjeta de crédito y sacar otra nueva para pagar la anterior. Meter nuevas ecuaciones parece simple hasta que te das cuenta que ahora en lugar de un problema, tienes dos. Simplificaciones o métodos que funcionan en papel, pero que en proyectos reales pueden ser trampas y con efectos secundarios desastrosos.
Y eso les ha pasado mucho en lugares que conozco. Resuelven un problema que yo a veces desconozco y se crean tres o cuatro problemas a la vez. Son cosas para pensar. Por lo general no me agoto y estoy tranquilo, pero muchas veces lo que falta es sentido común. Es sabido el problema de los MBA, expertos en administración en diversos países que maximizan la ganancia a corto plazo destruyendo a medio o largo plazo. Otras personas cambian los problemas por otros para ganar tiempo, y se pasan su vida llena de problemas por jugar sucio y hacerse tontos solos. Los resultados de esas cosas son acumulativos y además de quedarse solos, muchas veces se llevan los resultados de su empresa o departamento por delante, aunque los resultados se ven mas en su vida personal de manera inmediata. Rara vez verás a alguien centrado, pero que sea cortés y amable hacer ese tipo de tonterías. Y los que cambian un problema por otro, están viendo como justificar resultados con trampas o simplemente pasando el problema a otra persona tratando de ganar tiempo.
Lo que me tiene tranquilo es que siempre pienso a largo plazo y no me creo problemas innecesarios en la vida real, evitando cosas urgentes. Así que los pendientes que tengo son «importantes» pero no urgentes, como el cuadro de decisiones de Eisenhower, pero no tengo prisa. No voy a vectorizarlo creándome problemas nuevos
Moraleja: No complicar lo que puede resolverse con sentido común.