En el mensaje anterior comentaba algo acerca de cambios en la película de La larga marcha de Stephen King, reciente, donde cambian el final.
Sin entrar en detalles, he comentado del tiempo en la agencia de publicidad y cómo conocí el universo Valiant. De joven, en los 80, existían historias que no han sido superadas, como la serie de la Legión de Superhéroes de DC (que, por cierto, Timber Wolf es el Wolverine original) y las series Baxter y no Baxter de los Titanes (en México creo que les llamaban «los héroes juveniles»). Los argumentos eran contra villanos como Brother Blood, y la intervención indirecta de Jack Vance en la Legión hicieron una mezcla muy poderosa. Pero a principios de los 90, algo pasó con una editorial nueva que literalmente desplazó de la noche a la mañana a DC y Marvel (siete de los diez mejores cómics eran Valiant, dos los Titanes y los Titanes Baxter, y en décimo lugar un Spiderman)… y los dueños de Valiant los pusieron a escribir historias de El Pato Donald. Sí, literalmente.
Nota: Titanes «Baxter» era una serie desfasada por año y medio mas o menos impresa en papel de mejor calidad. Por lo que entendí era como si editar a la vez el actual y el de 18 meses atrás pero ese en calidad mayor, llamada Baxter algunos dicen por el papel, otro por un distribuidor.
Uno de los ejemplos que escuché mucho en foros posteriormente con la gente de la agencia de publicidad fue sobre esos cambios innecesarios. Recuerdo una discusión memorable sobre cuáles eran los mejores trajes de combate, si los de Tropas del espacio o los de La guerra interminable, o la historia de lo que le pasó a Flash.
Conociendo al personaje por referencias, una de las sorpresas más grandes de mi vida fue enterarme de los guiones de Tom King que vuelven a Wally West un asesino demente, o a Grant Morrison con «derivaciones de fiebre y locura» que van desde la historia de lo que es literalmente y sin exagerar un «ladrillo de la calle que evoluciona a ser una calle transexual sensible con el poder de la teletransportación» (Danny la Calle en Doom Patrol) y matan a lo tonto a Lodestone (Doom patrol), Pantha y Wildbeast ( Titanes ambos ) .
La serie de televisión de Flash de los 90, agarró lo mejor de dos mundos. El Flash policía Barry Allen con los intereses románticos y el entorno del siguiente flash, Wally West, como la doctora, velocidad 9, etc. Una síntesis excelente que no era un cambio de argumento.
¿Pero volver a Wally West un asesino demente cuando era de los héroes más centrados? ¿Cómo llegó al manicomio? ¿A quién se le ocurre que la que descubre al asesino y lo prueba es Harley Quinn?
En ocasiones he visto muchas reinterpretaciones en los argumentos. Me acuerdo que en la preparatoria tuve una situación ridícula con un maestro y la muerte de Héctor en la Ilíada de Homero. No sé si ya comenté aquí de algo que pasó hace unos años cuando en la lista de correo de un conocido, que se llamaba «Brujería Tradicional Europea», de repente empezaron a decir en Facebook —un alumno de un alumno suyo— acerca de rituales mágicos con Minnie Mouse. Solo dije que eso no es brujería, ni es tradicional, ni es europea, y me salí. Ahora el moderador de ese tema es un comerciante de lo sagrado que da cursos de «magia del cerco» con costo y alquila una recámara de su casa para vivir.
El caso de Wally West es otro interesante de los cómics. Una de las discusiones que me tocó oír hace años en la agencia de publicidad fue quién era mejor Flash: Barry Allen (Bruno Alba) o Wally West. Por lo que entendí, Barry Allen fue Flash hasta 1985, y luego su sobrino se volvió el nuevo Flash. Las historias de West eran mucho más maduras y siempre hay discusión sobre cuál de los dos es el mejor entre los que conocen el tema. El primero es un policía con sentido del deber e historia amorosa trágica, (en su momento y durante años el personaje mas seguido por público femenino, incluso mas que Sandman años después) y el segundo es un joven que se vuelve adulto, al mismo tiempo que encuentra que su poder viene de una fuerza llamada Speedforce, que es como el campo de la velocidad así como hay campo magnético o campo eléctrico. Un principio de ciencia ficción bien fundamentado que, por lo que supe, fue lo mejor de DC por varios años.
Y luego, me enteré en un foro con personas de esa agencia que un escritor llamado Tom King saca una serie donde, dentro de un manicomio que interna a héroes y villanos con problemas (no Arkham), están haciendo asesinatos y se descubre que es Wally West. Después de eso, hacen un reboot que regresa a un Flash que se llama como el primero, que no tiene lo bueno del primero ni del segundo, y que es absolutamente estúpido e inmaduro. Si entendí bien, fue un desastre completo y esto antes de que se hicieran las películas de DC con el actor que se metió en problemas. Otro caso que se le comentaba a mi hija es el de la serie de Watchmen, que es una basura contra la emblemática novela gráfica. Un personaje secundario, The Hood, era un héroe blanco con un sentido de la moral absolutamente decente y en contra de Comedian. La versión de la serie Watchmen es un viejo negro, paralítico, en silla de ruedas y gay.
Usando el mismo ejemplo de otros que mencionaron, en la película de El escuadrón suicida el villano original iba a ser otro. Hacen un cambio de último momento y vuelven villana a La Encantadora, que era uno de los pesos pesados del grupo. Quitan a Tigre de Bronce, el guardaespaldas de Rick Flag, y ponen a Katana. Ostrander, el «recreador» por lo que hizo en los 90, no opinó. La segunda película con Peacemaker tiene mucho más sentido, pero Rick Flag puede morir porque no tiene a Tigre de Bronce ni a Katana (de la película uno). Aunque es un fallo en el argumento, es mejor película que la primera porque mezcla cosas buenas del 2010.
Pero el concepto general es que en la primera película tienen el equivalente a un Shazam volviéndose malo (literalmente en los cómics, June Moon es una dama modosita e ignorada que cuando grita «¡Encantadora!» se vuelve ella). Y en la segunda, aunque la película es buenísima, parte de un concepto donde Rick Flag no se prepara para la contingencia y lo matan, y además quitan a Tigre de Bronce.
En resumen. No puedes de repente salir con una brujeria tradicional europea que usa a minnie mouse, ni volver a un heroe blanco, joven masculino y fuerte en un viejo debil en silla de ruedas negro y gay.
Hay un error fatal en el proceso.