Me encuentro sentado en una dependencia de gobierno. Tengo audiencia en cinco minutos. Esté tipo de cosas son impredecibles.
Siempre llegó una media hora o una hora antes. El resultado es variable en esta ocasión e impredecible. A principios del mes de junio me pidieron en el cliente de los monolitos cometer un delito y me negué. Y además se negaron a hacer el pago por lo mismo. He aprendido la lección , que no es la que parece. Tiene que ver con que en el año 2001 antes del colapso económico del país, me quite de una empresa que tenía problemas en la que estuve unos cuatro meses. Es la única fuente de trabajo donde aprendí algo.
Cuando la pandemia con el cliente problematico hubo anomalías que en otro momento me hubieran hecho retirarme. Con la pandemia no tenía caso.
Desde febrero o marzo note que la debilidad política de los superiores inmediatos en el cliente de los monolitos era grande de mis dos superiores inmediatos. Lo que no me imaginé era que trataran de hacer algo que no es solo era ilegal, sino suicida.
Pausa
Después de salir de la audiencia, otra vista en un mes. El sistema de justicia en México es ridículo. Por ejemplo, con las actitudes de la secta de hace unos años se podría haberlos procesado por l oque en USA llaman la ley RICO. Del delito que estoy denunciando ahora, también.
Pero es obligatorio hacerlo. Pues a esperar. Luego a uno se le olvida que el gobierno tiene seis a siete semanas de vacaciones al año.