Me levanté como ayer a las 3 de la mañana. Voy a estar así todo lo que resta del año. En esta ocasión son varios proyectos. Literalmente dos horas mas de programar a veces son necesarias.
En la noche de ayer a hoy tuve un sueño extraño, de sensación de calor. Algo similar a un amanecer. Pero era uno de esos mundos de cielo rojo. Me pareció oir a lo lejos una conversación entre dos personas. No era mi conversación pero se oía. Clima templado. La conversación tenia pequeñas oleadas de calor. Una brisa cálida.
A unos 80 metros de donde era la conversación se encontraban areas grandes quemadas con casas también quemadas. Ese centro donde era la conversación era lo poco que estaba en pie. Yo sabía que debía dar lo mejor de mí y ser sincero, sin juzgar. No por peligro de casas quemadas o de la zona segura. La zona destruida era por una batalla. No era mi terreno ni mi gente pero si lo era. Habíamos defendido ese lugar y el 90% estábamos vivos.
Mi función era estar entre los dos mundos. Centinela. No era mi rango pero ese es mi deber en ese momento del tiempo aunque nadie espera que lo haga.
Oigo la parte final de la conversación. Me gustaría verte de nuevo. Vaya frasecita. Explicar porque es largo pero tiene todo lo necesario.
Despertador.
Empiezo a programar.
Ya fuera del sueño hago tres o cuatro pantallas, filtros… y me quedo pensando que mi situación de la fiesta de fin de año y lo que implica es muy parecida al sueño. Me encuentro n una situación potencialmente peligrosa y potencialmente de reconstrucción. Antes de bañarme consulto el iching.
Y me sale el ejército. Hexagrama siete. General. Linea 5. Evita que tus hombres hagan una masacre. Entiendo a que s erfieren. Y tanto para bien como para mal, el resultado de esto es agua sobre agua, la repetición del peligro.
Asi sea.