En el iching se habla en el 27 de proveer alimento, las comisuras de la boca  y hay un simbolo que es la tortuga mágica.  Nada que ver con Mario Bros. Uno elige que alimenta.

Pero….

Hay cosas que simplemente son.

Hoy lleve el bambinetto y el cobertor a la del baby shower, muy contenta. Varios lo vieron. Buen regalo. Lo hago no solo porque es correcto y porque puedo, sino porque tiene beneficios a mediano plazo, y aunque no fuera por eso lo harìa de todos modos.

Puede parecer a los que no me conocen, que como mal. Avena. Hamburguesas. Pastas de buena calidad. Camino en promedio una a dos horas y media diarias. Y de repente veo cosas a lo lejos. Hay una tortuga mágica por allí y que no sabe que lo es. La muy mensa busca agua. la tortuga màgica no come. Algunas tienen el caparazón dañado. No puedo arreglar caparazones dañados porque primero no soy veterinario y los parches de hule de bicicleta son poco prácticos, pero, de repente te encuentras algo que no sabe que ES la tortuga mágica, (quiza un ser de dos elementos en terminos de Dion fortune) y no tiene que saberlo. Y si, se puede morir de hambre y hacer estupideces, pero de eso se tratan las fábulas. Aprendí hace unos años, siendo joven de 17/18, que lo mejor era ver esas raras apariciones y no lastimarlas. A veces el equivalente de la tortuga no esta al alcance tu mano, puede ser una luciérnaga o un animal tierno, en foto que ya murió. Pero el mundo lo creo. Así que aunque me puedo poner filosófico y citar a Thomas Mann y la montaña mágica con su paso diferente del tiempo en el hospital la que va el protagonista, el tiempo sigue corriendo, pero hay una que otra tortuga que ademas no sabe ni que es tortuga ni es mágica. El iching diria Inocencia pero no es solo eso. Y no se trata de deber, deseo, radicalismo, o cosas así. Simplemente que hay un montón de locos aquí y allá en el sentido del tarot a los que debes dejar que se estrellen en el abismo aunque traigan un lindo perrito que los trata de hacer entrar en razón.

Sip, la justicia te dice, sé el perrito o lobo que trata de impedir la tragedia. De momento veo brillo despreocupado en ciertas personas parecidas al problema de los jóvenes de los tiempos de las cruzadas, pero la tortuga mágica es algo real que nadie puede quitarte.
Así que de repente me encuentro como ahora escribiendo a media noche contento de mi día de trabajo, de mis 52 años, pero al mismo tiempo sentir queme muevo en cuestiones de trabajo en medio de un mundo de bebés. Y solo me viene a la mente parte de la situación de Thomas Mann

y la montaña mágica, los dos seudo gemelos, soldados por decirlo de algún modo, uno que se niega a aceptar la realidad y trata de cambiarla, y el otro que acepta lo que es y por lo mismo no está condenado al sanatorio. Hay tortugas mágicas. Y sé su nombre en polaco.