Puede tomarse como parte de un cuento o novela corta. Solo que me acordé de algo. Podría titularse «No es un sueño. Es algo que pasó.»

El recuerdo vino como por una imagen se ve a Rapunzel, de enredados, dibujos animados, golpeando a Flynn en la cabeza con un sartén. La imagen recuerda que golpes traumáticos en la cabeza pueden causar daño cerebral a largo plazo.

En uno de tantos momentos en mi vida, me  he encontrado en situaciones de vida o muerte. En un evento sucedido ya siendo adulto, me encontré siendo presionado contra una puerta o pàred después de noquear a dos personas tamaño normal que querían impedirme salir de un lugar donde probablemente querían desaparecerme por algo que yo sabía y todavía se sobre malos manejos de dinero realizados por terceros de los que levanté averiguación previa.

Pero bueno, el caso es que me encontraba en una situación de perder el aire y casi arrinconado y sin aire por un bruto de 2 metros 10, quizá 2.20 , que con una mano me agarraba contra una pared agarrándome del pecho como si fuera de papel, y no soy bajo, y con la otra mano me golpeaba muy fuerte del lado izquierdo. Como eran las cosas tenia unos cinco a diez segundos máximo antes de desmayarme.

Zero.

El punto donde el camino no tiene ningun poder.

No alcanzaba sus ojos, cuello, orejas o genitales.

Encuentro en su cintura lo que parecía ser un objeto metálico. En mi desesperación lo arranque del cinturon y golpee el brazo derecho por abajo con el, caiíos y me hice a un lado mientras pateaba  su pierna al caer de manera lateral. Años de practicar patadas al peroné o la tibia me hicieron atinar en el lugar correcto a pesar de la diferencia de altura, con el golpe me soltó y yo me agarré para no caer. Por suerte le rompí el brazo.

Dentro de la adrenalina y desesperaciòn, falta de aire, vi que no había nadie cerca, el tipo enorme se estaba levantando así que empecé a golpearlo en la cabeza unas diez o veinte veces con lo que agarré del cinturón.

Resultó ser un cuchillo metálico con empuñadora cilíndrica de metal de una misma pieza, imposible que se atorara o rompiera.

Algo parecido a esto pero con la hoja curva de un puñal malayo, y plano a la vez. La empuñadura era muy parecida a esto, un 90%. Por la funda de cuero no me corté.

No se cuantos golpes le dí en la cabeza pero recuerdo que vi que era un cuchillo y supe que no podía dejarlo. Mejor defensa que romper un vaso de la mesa ni tiempo de buscar algo más. Salí mientras venian entrando dos personas, una de ellas era de los que había denunciado, el otro una mujer. Los empujé y corrí.

Paré un taxi. Me bajé a las seis cuadras, tomé otro en dirección contraria. Me llevó al metro. Di vueltas. Salí del metro en mixcoac y me quedé en un hotel.

Al dia siguiente tiré el cuchillo con su funda en el rio de los remedios, y fui a levantar denuncia por lo que pasó. Como me llevaba el numero de averiguaciòn previa, si lo anexaron.

Una semana después me dijeron que mientras yo estaba declarando, alguien le dio dos tiros en la cabeza a un tipo enorme con varios huesos rotos en ese domicilio, que estaban rentando y que si estaba relacionado con la primera denuncia.

Por lo menos no le provoqué daño cerebral por golpear de manera repetida al tipo en la cabeza.