Me acabo de leer una historia de 1957 que sigue teniendo vigencia. 63 Años hace ya.
En el entorno inmediato, con los clientes al que se le murió el de crédito y el segundo caso de covid, empiezo a ver un tipo de locura diferente de personas a las que no puedo ver (por estar encerrado), que trabajan ahi.
Evidencias :
- Uno ellos haciendo comentarios fuera de lugar en el whatsapp de corporativo. Se hace el enojado para no preocuparse mas. Es signo de salud mental, pero afortunadamente no tengo que lidiar con un «enojado»
- Otro, con un plan «magnifico» para tratar de ser relevante porque su otras fuentes de ingresos se fueron al demonio. El año pasado le expliqué porque no era funcional ese asunto, y recuerdo todavia el aspecto legal que lo hace inviable, aunque hubieran los recursos, y el sentido común dice que no debes quitar lo que funciona y menos en una situación como esta.
- Por lo que veo, solo una persona de mi equipo y yo mandamos información detallada. Los demas no.
- Hay cosas que son prioritarias para comunicaciones. No las estan pagando. Algunas son mias y otras no.
- El mensaje de voz de Recursos Humanos en el grupo de sistemas.
Si esto hubiera pasado en epocas sin internet, las cosas estarían peor.
Lo que si se es que muchos de ese cliente estan al limite.