Hoy en el trabajo estuve pensando en el problema fuerte que tienen personas como mi jefe.

De momento me vi obligado a permitirme trabajar aquí, por nómina. No tanto por un problema financiero sino para tener una reserva en caso que la enfermedad de mi hija empeore.

Al mismo tiempo los ataques de la secta de siempre y sus identidades múltiples. De aquí a cinco años seguirán en lo mismo. Y es el mismo problema de mi jefe.

Viven de ilusión.

Mi jefe no puede digerir una comida como las que hago en la condesa de bisteck con queso cinco veces a la semana. Los de la secta no tienen para pagarla.

Y de todos modos, tener varias razones sociales ayuda: De momento no se nota pero los beneficios serán visibles en unos diez años.