Es sabido desde hace años, que tengo interés por los perros. Por una serie de circunstancias, tengo en la casa una perrita maltés de mas o menos un año, que no regalaron a mi esposa y a mí allá por mediados del año pasado. La perrita necesita cuidados extra por ser tragona, pero es bastante simpática, y en la medida de lo posible, tranquila. Es posible sin embargo que por los problemas que tenía, no llegue a los diez años, aunque por ahora está estable y bien.
Esa perrita, a la que llamamos «la osa» porque parece un osito, cuando está despierta es de los perros mas activos que he visto, aunque en casa su principal ocupación es comer y dormir. Salir a la calle una hora al día le basta, y es capaz al convivir con perros mas grandes que ella, propiedad de mis amistades, de terminar con todas las carnazas o premios.
Uno de los efectos secundarios que ha provocado la perrita, es que cuando voy a la oficina de un cliente en horario de salir en la tarde, voy al baño antes para llegar directo a ponerme Jeans y sacar a pasear a la perrita, mientras pienso.
Hace unas semanas, estando en las oficinas del cliente principal, le pareció raro a la recepcionista que me vio pasar y no me iba; le hice el comentario que comenté de llegar a pasear a la perrita. Ella me comentó que si no podía darle asilo o ayudar a través de mis Razones Sociales a encontrarle asilo a una perrita maltés que salió con su domingo siete y que según esto llevaba como un mes de embarazo. El embarazo de los perros es de dos meses, mas o menos, y me comentó que la mamá de la recepcionista se había caído unas semanas antes y la perrita se escapó, regresando con su domingo siete, y que no la podía atender la mamá por el golpe. Me mostró la foto de la perrita, a la que llamaban «La china» y se parecía mucho a mi maltés pero con el pelo chino, incluso en colores de la cabeza.
El problema aquí era que si bien dos razones sociales con las que estoy relacionado tienen que ver con perros (y una de las mías también pero está inactiva ), esas razones sociales usan Perros grandes para defensa que venden a la policía, y otro son veterinarios a los que hice un sistema de control de existencias. nada que ver con una perrita maltés.
Dije que en principio sí, pero que mi esposa y yo teníamos que ir a ver a la perrita. Así que al día siguiente tomamos el coche y fuimos a San Jerónimo. La perrita era bonita pero huraña, y casi se echan a llorar la mamá y la sobrina de la recepcionista cuando llegamos por ella. Era evidente que querían a la perrita, pero que no podían cuidarla del parto. Entonces mi esposa y yo sugerimos encargarnos de eso, y que nuestros veterinarios amigos operaran a la perrita; el trato fue que completamente gratis, nosotros tendríamos a la perrita, veríamos de los cachorros y ya desparasitados y operada la mamá, le daríamos los cachorros y la mamá a sus dueños originales.
Karma, una buena acción necesaria.
Así que la llevamos al veterinario y nos dijo lo que había que hacer. Que probablemente llevaba mes y medio y que se iba a aliviar en unas dos semanas.
Como parte del proceso, se nos hizo normal habilitar un cuarto vacío, para poner a la perrita y en dos semanas sus cachorros. Lo que no nos esperabamos es que aunque La Osa tiene contacto con otros perros cachorros de amistades y vecinos, «La China» le hiciera ver su suerte.
Un derivado de cuando los parientes de Guadalupe ahorcaron hace años a Heroa en una toma de agua ( MALDITOS !) fue que nos quedamos mi esposa y yo con dos jaulas de perros. Después cuando apoyamos al veterinario con el Schnauzer que iba a morir, nos quedamos con otra. Así que teníamos dos perros, y tres jaulas desparasitadas y desinfectadas. Como somos varios vecinos con perros, regularmente pagamos para que hagan al edificio una fumigación extensa, de arriba a abajo, lo que nos caía de perlas sabiendo que iban a nacer pronto los cachorritos.
El destino…
¿A nadie se le ocurrió avisar a los demás?
Fue la fumigación mas desorganizada que he visto jamás. Afortunadamente todos los perros de los vecinos son chicos. Un puddle negro, dos puddle blancos, nuestra maltesa, dos ratoneros, una Schnauzer . Y nuestra casa se convirtió, por el cuarto libre y las cajas, en el punto de reserva de la fumigación. En un momento dado tuvimos en la sala once perritos; fueron solo cuatro horas y en sus respectivas jaulas,(propias y prestadas) pero no es el tipo de cosas que sucedan seguido. Y solo uno de los 11 era macho y había una perrita ratonera en celo.
La Osa y la china, estoicas el dia que pasó eso, pero ya estando las dos solas de nuevo se tranquilizaron.
Las sacamos a las dos a pasear, y al regresar de ese dia en particular, la China, que estaba ya con nosotros desde una semana antes, empezó a comer como desesperada, y ya era de buen apetito.
A las tres de la mañana empezamos a oir ruidos, y a las cinco de la mañana del 19 de diciembre empezaron a nacer los cachorros. Fueron seis, y de momento parece que ya se salvaron todos. Publicaré una foto en estos días.
A mi esposa le tocó estar presente en el parto de los perritos y nos ha tcado convivir con los seis cachorros, la recepcionista ya los colocó y en unos quince días empezamos con la desparasitación de los cachorros.
Es increíble todo lo que da que pensar ver perros nacer. Y ya están colocados. Fue simple hacer una buena obra.