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En parte estoy molesto, en parte estoy cansado, y tengo muchísimo calor.
Día surrealista para ser sábado.
A las cinco de la mañana me desperté y trabajé un poco en un documento para el ministerio público. Salí con mi esposa a eso de las nueve de la mañana, sin desayunar a buscar un cibercafé y un lugar para sacar copias.
Llegamos al ministerio público un poco antes de las once. En esta ocasión no era por asuntos relacionados con la secta templo de la serpiente emplumada / kinam, sino de algo relacionado con personas de una de las empresas que tengo y una burrada memorable de un competidor.
A eso de las dos de la tarde, todo en el ministerio público se interrumpió. Escándalo en la calle, trompetas. Una mancha rosa mexicano. Salimos del ministerio público unas 30 personas a ver el estruendo. Creo que solo las dos damas del ministerio público y los tres detenidos (por otro asunto) se quedaron dentro.
Las trompetas eran por una procesión que llevaba a unos cuatro muchachos escoltando a una muchacha a caballo, supongo que una quinceañera con un pavoroso vestido rosa mexicano.
A eso de las 16, me pasaron a declarar, presentando los documentos que demostraban lo dicho (casi 200 pesos de copias y unos 400 del día previo en otros documentos legales). Ocho idiotas que se trataron de pasar de listos.
Y todo simplemente para estar preparados por si siguen el rumbo de acción. Las medidas penales tienen precedencia, y estaba obligado a hacer lo que hice el día de hoy.
Y sin embargo…..
Me enteré hace unas semanas que ese proveedor tenía un serio problema de cartera vencida. ¿Porque tratar de pasarse de listo con tres empresas que le pagaban a tiempo? Lo único que ha ganado es que dos de las empresas cambian de proveedor en marzo.
Ocho personas, ocho mentiras. Ninguna de ellas capaces de contestar si o no.
Mi esposa y yo Salimos del ministerio publico poco después de las cinco y media de la tarde a buscar donde comer. Comimos unas hamburguesas de Burger King, de las de 100 pesos el combo (Angus-XT).
No era hora de regresar a la casa. Básicamente hoy domingo, que son las 12:34, será un día de mucho trabajo. Así que nos fuimos al centro de la ciudad, caminando y buscando una serie de televisión de finales de los 90s, de la que mi esposa quiere ver la segunda temporada (en el bajío le compré la primera temporada hace un mes).
No encontramos lo buscado, pero si un montón de películas originales de a 50 pesos cada una, que sirven para el objetivo de otra de las razones sociales. Salimos con doce películas nuevas en inglés, facturamos 10 y compramos Oscar, de Stallone, y Flashdance por nuestra cuenta.
Llegamos a la casa, enciendo una de las computadoras con monitor de 23 pulgadas y vemos la película Oscar, que es bastante surrealista pero entretenida. Luego ponemos Grandes Esperanzas, la versión del 98 de Paltrow y De Niro.
Más surrealista que ese libro/historia, del que se ha hecho unas seis versiones, no hay. Terminando mi esposa se durmió y yo entre a revisar los servidores.
Estoy esperando que corra el respaldo manual del Server de desarrollo.
Y recuerdo principios de los 80s, cuando me leí todo Dickens de una semana.
Nickleby. Copperfield.
Havisham.
No podemos cambiar lo que somos, diría Estela. Y la mayoría no quiere cambiarlo.
No entro en detalles esotéricos del kybalion.
Mientras se acerca el final del respaldo son las 12:49. Puedo dormirme en unos 10 minutos.
Pienso en lazos que he cortado y de los que no me arrepiento. Otros que deberían estar restablecidos. En la mente varias cosas de hace 25 años. Preparatoria. Hojas de papel milimétrico en las que Nuño, Rubén y yo, con una cuarta persona mas escribíamos formulas de lógica simbólica de los problemas difíciles. A veces resolver una incógnita a nivel inicial de la ecuación (sea diciendo la verdad comprobable o despejando una variable), hace que lo demás sea legible, si escogiste la variable adecuada, o si la persona a la que se le dice la verdad la recuerda.
Pero ese descubrimiento a mediados del tercer parcial no se quedó así. Supongo que era 1990 porque se hablaba de ir al cine a ver volver al futuro. Y entonces el darte cuenta que la verdad es una máquina del tiempo. Por lo general si se hace bien el proceso de despeje real sin sobrantes se usa para regresar al pasado (como espectador) y tratar de entender las motivaciones detrás de los hechos. Pero es posible con el mismo principio dar una mirada al futuro, pensé, si despejas las incógnitas.
Entregar el examen de lógica simbólica, subirme a mi coche y manejar sin rumbo.
Una parada camino a casa, plaza fiesta arboledas. Recuerdo esa plaza por ser cercana a lapislázuli. Supongo que era martes o miércoles. Calles vacías. Me doy cuenta que lo que busco es el esfuerzo físico del gimnasio y regreso sobre mis pasos.
Me quedo unas dos horas.
Deben de ser mas o menos las diez de la noche cuando me estaciono en la casa de Tomas Balcazar. Voy directo a mi cuarto y enciendo la luz del restirador que usaba para otras cosas. Uso las pinzas para fijar un pliego de papel milimétrico.
¿Que variables del futuro me interesan? Pienso.
Y viene a mi mente lo surrealista del caso. Siento entonces una situación parecida al libro ese dulce mal, de Highsmith y la situación.
No era mi idea entonces comprar una casa como Kelsey y cometer esos errores. Las fórmulas me permiten ver que la forma de resolver a la situación es surrealista en extremo, obvia y estúpidamente tautológica.
El futuro es claro a partir de ese momento. Las notas tomadas en cuadernos en meses anteriores me han permitido definir las variables que quiero despejar. Una por una son tautológicas y las dos opciones que faltan dependen del país y por lo mismo es una ecuación compleja, sobrante, por si fallan TODAS las tautológicas.
En 1995, aprovechando la situación, pero del país, compro un departamento a unos cinco edificios de donde estoy ahorita.
Y ahora en 2013 recuerdo aquellas dos noches de años atrás.
Por un lado la noche de 1990 en que al entender lo surrealista del asunto (sin dejar por eso de lado el shock brutal de la tautología del papel milimétrico), destruyo el pliego porque el resultado es tan simple que resulta aterrador.
Hamlet.
Ser o no ser.
Al mismo tiempo me encuentro en el 95 recibiendo la recámara y esperando la mudanza que mueva la mesa bestial de madera que tengo ahora, de tres metros por uno y medio de madera sólida de tres pulgadas de espesor.
Y el restirador se destruye al zafarse un cordel.
¿La situación?
No, solo mala suerte.
Ese restirador cumplió su función cinco años atrás.
Ahora, año 2013. Las fórmulas del papel milimétrico surgen en medio del surrealismo y me doy cuenta que la tautología es la misma de Grandes Esperanzas.
Y sin embargo, porqué?
Havisham trata de liberar el potencial de Estela. Estela es la hija del expresidiario (no sale el dato en esta versión).
Pirrip (Finn en esta versión) tiene el potencial pero no sabe si los logros fueron suyos.
Esa incógnita la reduje hace muchos años.
Havisham, con un potencial no realizado.
Y al final, para usar el potencial solo necesitas tautología. No «decretos» o idioteces similares.
La averiguación previa de la tarde de hoy se hizo precisamente por una razón estúpida: Tautología de ocho personas que «decretaron» lo que podía comprobarse era falso abriendo los ojos.
No se el resultado de esta semana. No se si pueda hacer de manera tersa los ajustes requeridos por esos ocho idiotas. Pero es ESTUPIDO, y surrealista que no se den cuenta que perdieron tres clientes por una burrada repetida a lo largo del tiempo.
Surrealismo.
Mañana podría ser útil ver Flashdance o Rollerball de James Caan. No por el potencial de ambas películas. Son películas tautológicas.
Para ser, es previo no ser, en el caso de Flashdance, tanto ella como el personaje de Cynthia Rhodes.
En el caso de Rollerball, quieres jugar en el juego de las corporaciones? Te van a tratar de cambiar las reglas sin darse cuenta que el juego es lo que la gente y los jugadores creen que es. No lo que creen sus creadores.
Y la parte interna de mí sabe… la «situación» de Ese dulce mal, se venció para siempre en una batalla librada en papel milimétrico en 1990.