Uno de los temas recurrentes en las reuniones que hago desde 1992, es la importancia de las ciencias, y el porqué la mayor parte de las ciencias sociales no son ciencias.
Por ejemplo, una ciencia nos habla de fenomenos que son repetibles, verificables y mesurables. La historia rara vez puede ser verificada, los registros suelen ser alterados o ser parciales, y, no son repetibles.
Sin embargo las leyes de la física, química y matemáticas nos permiten realizar un ajuste mayor al validar nuestras propias percepciones, en caso que hayamos decidido seguir un camino verificable. Por ejemplo, no hay lugar a dudas si decimos que el termómetro marcaba 26 grados C, pero esa misma medida de calor, es fría para una persona de Monclova, Coahuila, y caliente para alguien de Puebla, por ejemplo.
Por lo mismo, las ciencias naturales nos dan una información que para muchos es inùtil sin un contexto, y las ciencias sociales no son verificables de primera mano, por lo que no son ciencias.
Esto nos lleva a la importancia del método Cartesiano, del que hablaré despuès, y los escritos filosóficos de Sexto Empírico, Kant y Descartes son de los pocos textos científicos que tienen validez en una percepción independiente de las ciencias, sean las que sean. Un punto de vista ameno de este proceso se puede encontrar en textos de historia, que a pesar de no ser verificables se basan en investigaciones ultiles.
* La decadencia de occidente, de Spengler.
* Los mitos griegos (graves)
* La rama dorada (Frazer)
Algunos textos zen y libros clásicos, como el mahabharata y la misma biblia llevan mensajes simbólicos interesantes, aunque solo si nos olvidamos de la religión, que para fines del conocimiento sale sobrando. Es decir, el problema filosófico de Adan y Eva es real, sus errores también, pero el problema que queda es decidir que hacer si vale la pena de hacerse algo con lo social natural que PUEDE ser real y verificable ( estudios de nivel del mar y como afectaron a hombres prehistóricos) pero son una forma de transmitir información, que también se pueden enviar en forma de «fábulas» con el arca de noe y el diluvio. Sea o no sea real, resultan mejores como hipòtesis para fines de conocimiento filosófico algunas fábulas, que las ciencias naturales y sociales.