En metro. Hoy es uno de esos raros días que no estoy seguro que día de la semana es.

Historia larga. Una persona dijo ayer algo y me hice bolas.

Creo que es jueves. Ayer antes de acostarme me di cuenta de lo maravilloso que fue el día. Lo más destacable es que me moje al llevar chaqueta y paraguas a compañeras del trabajo. Una de ellas quedó con las mangas del suéter empapadas.

No use como esperaba el día de ayer en programacion por razones varias pero la más destacada fue porque hay un evento quincenal en el trabajo donde los analistas, cinco o seis, cierran un periodo y le llamamos sesión.

Los dos días previos al cierre yo tengo mucha actividad detectando errores y haciendo exportaciones a excel. Ayer me avisaron que necesitaban hacer eso. Lo hice y gaste unas tres horas. Otra parte se fue en pelearme con mpdf y PHP 8.2 porque las máquinas sftp no aceptan composer y fueron unas dos o tres horas de maniobras pero quedó.

Estoy esperando que se mueva el metro en colegio militar. 7.09

Ayer a esta hora ya estaba en la oficina por otras razones.

Se mueve.

Hoy es simbólicamente un día horrible. Se cierra un ciclo que empecé por mayo del 2012 . Se cierra por sentido común y previsto desde enero. La meta y las sombras se acercan  y pienso en Bécquer y el sentimiento de el no por las golondrinas ni por religión, pero si hay momentos en que te das cuenta que las cosas son como deben ser y que pueden mejorar por increíble que parezca aunque estés en condiciones extraordinariamente buenas de edad tiempo modo y lugar.

Y fue por eso, y no por religión que ayer en la noche al acostarme a la una Am pensé como Bécquer, creo en Dios