Escribo en celular. Pensando.

Normalmente el 24 de noviembre es un día positivo. Sip.

Independientemente de lo demás en hora de trabajo tuve que interactuar con tres damas situaciones muy diferentes.

Una de ellas 23 24 es una de las nuevas usuarias de la ampliación del segundo monolito. Si jefe me pidió un demo de la ampliación para el próximo viernes a las tres. Solo que apenas hoy me dió el material. La dama se llama como una calle relacionada con Ben Grimm de los cuatro fantásticos. Mucha pila pero no sé desboca.

La segunda es de lentes unos treinta y tatuada como en tres lugares visibles y usa lentes. Me pidió procesar de urgencia en otro sistema los bonos de tres dependencias gubernamentales. Estaban en auditoría. Lo hice pero me pidió generar tres formatos nuevos que dependen de si el beneficiario es titular o segundo al mando de la dependencia. El próximo lunes de otras 29.

Puff.

La tercera tiene casi 40 pero parece de 30. Estaba espantada por varias cosas. Hay un proyecto en común pero como otras dos andan de incapacidad no puede ni con su alma.

A mí me espera trabajar todo el fin de semana por la ampliación del segundo monolito y lo del cliente de los cabos.

Desayuno más o menos formal el martes.

Si es un buen día para estar vivo. Bécquer diría hoy creo en Dios , pero en lo personal siempre me recuerda ese sentimiento el 24 de noviembre. Mis creencias tienen que ver con lo que el iching llama ser recto como una flecha y duro como el metal.

Si es ganancia la situación actual contra la del 2001. Incluso la segunda dama mencionada aquí no es demasiado autodestructiva. Y se llevan de calle a las tres mencionadas sin necesidad de hacer comparaciones.