Todo en orden. A eso de las 17:00 empezó la videoconferencia con el cliente. No se vio nada. De No se vio nada es algo relativo, porque con los clientes siempre uso mi PC sin webcam, y es raro pasar mas de 20 minutos. Evito gasto de ancho de banda y creo que todos usan laptop o celular.

Lo unico real fue un «como decía Alfonso».

Los errores propios de otros los dejaron pasar y tuve que intervenir dos o tres veces para comentar que algo era mas complicado o que la otra vez que trataron de hacerlo el problema fue mayor. No resolvieron nada y los dos formatos que hice ayer en la tarde se aprobaron, a uno se le hizo un cambio menor y se dieron cuenta de un error de el área contable.

Y no me dieron ningún dato de alta. Por lo que se ve las cosas siguen como van con ellos, es decir, creándose problemas secundarios. Solo vi una cosa a mejorar, pero ellos lo pidieron así. Quizá haga un cambio simple para mejorarlo pero de manera temporal mas vale dejarlos que sigan ese camino.

Y Son Dos vidas.

Dos vidas porque por un lado veo como pierden el tiempo la mayor parte de las personas, y yo no. Incluso escribir esto tiene una razón de ser. CUando parece que estoy solamente sacando respaldo de clientes, estoy por lo general haciendo otra cosa o PENSANDO. No digo que se trate de matar dos pájaros de un solo tiro. Pero aunque parece que mis actividades, por minuto en horas laborales son enteramente del cliente, muchas veces lo son pero por cosas que voy evitando que les pasen.

A partir de mañana voy a hacer unos cuantos cambios en empresa y familia, principalmente tratar de realizar mas actividades conjuntas de capacitación. Las cosas nos funcionan y los resultados se ven, pero es complicado explicar porqué. Por mientras hay detalles que no puedo corregir, y solo queda estar atento.

Esta ocasión revisaré proyectos el 16 de septiembre y revisaré como sigue lo de la pandemia. Y sigo atento a los posibles futuros. Dos vidas. Presente y futuro. Saca de onda a los amnésicos.