Hay un concepto llamado «Continuidad de negocio»o BCP, que es parte de los servicios que ofrezco a las empresas que son clientes de la mia.

Citando de Wikipedia:

Un plan de continuidad del negocio (o sus siglas en inglés BCP, por Business Continuity Plan) es un plan logístico para la práctica de cómo una organización debe recuperar y restaurar sus funciones críticas parcial o totalmente interrumpidas dentro de un tiempo predeterminado después de una interrupción no deseada o desastre. En los Estados Unidos, las entidades gubernamentales se refieren al proceso como planificación de continuación de operaciones (en inglés Continuity Of Operations Planning, o sus siglas COOP).[cita requerida]

En lenguaje sencillo, BCP es el cómo una organización se prepara para futuros incidentes que puedan poner en peligro a ésta y a su misión básica a largo plazo. Las situaciones posibles incluyen desde incidentes locales (como incendios, terremotos, inundaciones, tsunamis etc.), incidentes de carácter regional, nacional o internacional hasta incidentes como pandemias, etc.

Cuando te dedicas a eso de una manera continua, y preeves las contingencias del servicio, que hago desde mi primer trabajo en 1991, aprendes a usar el sentido común y a hacer proyecciones que son reevaluadas cada cierto tiempo.

Una de las cosas a las que me he acostumbrado como parte de BCP, es a poder ver el futuro entre tres meses y seis años de casi cualquier persona que conozco, y rara vez hay periodos donde las posibilidades están en blanco y que no veo nada. Las limitantes son que no esten interesadas en nada esotérico (que esas personas dan bandazos) y por lo general no poder decirles lo que veo; afortunadamente rara vez me he encontrado en situaciones límite.

Cuando murió mi hija, hace unos años, la primera señal que tuve de su probable muerte fue en febrero del 2007, cuando me di cuenta que no podía ver ni su futuro ni el mio, que el ambiente alrededr era tan cambiado que el BCP no funcionaba, pero en general veia todo borroso en los siguientes doce meses. Cuando la enfermedad del corazón llevó a su funeral, tardé unos tres meses en ver otra vez lo que podía ser el futuro, y tardé casi un año en recuperar la visión critica y sentido común que me permite como en ajedrez ver las probales jugadas del ambiente, alternativas o estrategias, es decir, lo que me permite ver el futuro de grupos de gente y prever las contingencias tanto de mi vida personal como el cobrar por BCP. Claro que el uso del cerebro para algunas personas es un poder sobrenatural, y actuar conforme a objetivos CONCRETOS a largo plazo es algo natural y que por la situación familiar no se podía de momento.

Hoy, sin embargo, sucedió en la mañana con un cliente un evento que me impide absolutamente ver a cuatro meses en lo relacionado con su empresa. Llevo semanas reportando una serie de problemas. Lo que me saca de onda es que algo se limitó de manera terrible, y la reunión con el director general puede despejar varias dudas, pero cuando pasan cosas como las de hoy, los caminos se ven bastante confusos. Lo que me «perturba» es la necesidad de quedarme quieto aunque si veo por BCP el futuro mio y de mis empresas. Es decir, no creo que vaya a desaparecer la empresa cliente de la noche a la mañana ,pero si se que está en una situación muy pero muy confusa, y no acabo de entender porqué. Lo peor del caso es que lo que puedo ver a cinco meses son muy pocas opciones, una excelente y otros caminos medianos, pero también mucho vacío.

Cuando me he enfrentado en cosas así por lo general hay algo que no se y que se aclara en el corto plazo, y lo que veo es una falta de infromación o de decisión de las mentes principales del cliente o de personas relacionadas con ellos. Las ultimas dos veces que me pasó con clientes fue hace casi diez años cuando una empresa de comunicaciones que era proveedor de un cliente se dividió (tenían problemas pero es imposible hacer otra cosa que prepararte para los posibles desenlaces), y cuando el mero mero director de una planta de productos químicos se enfentraba a su divorcio a los sesenta años y andaba haciendo cosas que ponían en riesgo el cuidado y continuidad de la operación.

Esta no es mi batalla pero es ridículo; en el sentido que sé lo mas probable pero por rara vez no tengo la certeza y no es mi asunto.

No puedo salvar a ciertos clientes, o empresas de clientes, de sí mismos.